PARQUE NATURAL LOS ALERCES

Hola hola!

Estamos en Trevelín, después de pasar varios días en ruta por un el parque natural.

Salimos de Bariloche el jueves pasado.

Las afueras de la ciudad fueron muy feas, pero poco a poco nos fuimos adentrando en valles interesantes, siempre acompañados de lagos. Además, al estar en época de deshielos, está lleno de riachuelos y cascadas por todas partes. Es buenísimo para no tener que ir cargados con agua, porque toda el agua que corre es fresca y pura, así que tenemos para rellenar los bidones!

Pues ese día que empezó perfectó de golpe se truncó, porque aquí se cierra el cielo y te cae una tromba de agua de aúpa, con lo que decidimos parar en el siguiente pueblo, el Foyel, donde una mujer que tenía un restaurante nos dejó acampar en su jardín. A cambio, fuimos a cenar y nos hizo unos ñoquis con salsa boloñesa que tenía unos trozos de carne que ni la caldereta de mi abuela!! Eso sí que es boloñesa!!! Llovió toda la noche, pero se despertó despejado, ideal para seguir hasta el Bolsón. Entre tanto, la bicicleta de Carlos había ido renqueando y había que llevarla al médico. Pasó la tarde en el taller (y parece ser que la han arreglado porque de momento no le ha vuelto a dar problemas…), y mientras pudimos disfrutar de los alrededores de (Bilbo) el Bolsón (y la comarca Hobbit, como dice Carlos), que está bajo el cerro Pilquitron, una montaña enorme y con la cumbre muy rasgada.

El sábado recorrimos los verdes valles de el Bolsón y el Hoyo, famosos por producir mucha fruta, especialmente frutos del bosque con los que hacen riquísimas mermeladas.

Fueron 50kms de maravilloso asfalto hasta que entramos en el horror del ripio. Y ya no ripio, sino pedruscos de una carretera en construcción: 30kms de infierno.

 

Por el camino nos cruzamos con Miguel, un mallorquín que también va a Ushuaia pero se volvía atrás a buscar otra carretera porque no quería dañar su bicicleta por ese camino. Nosotros, empeñados en nuestro propósito, y especialmente porque es la única vía que da acceso al parque natural, seguimos adelante y nos llevó casi 4 horas más hacer los 30kms a Cholila –en total 7 horas de pedaleo ese día-, un pueblo perdido en medio de la nada donde tuvimos que parar porque no nos veíamos con fuerzas de hacer los 12kms que faltaban para llegar a Villa Lago Rivadavia, donde empieza el parque natural. Lo bueno es que hicimos un free camping al que se unieron una pareja de israelitas, Nitai y Lail, con los que seguimos juntos hasta hoy: ellos a dedo y nosotros con la bici!!

El domingo recorrimos parte del parque natural, donde no hay luz (generadores eléctricos en un par de hoteles, pero ahí no paramos!). La carretera de ripio fue mejorando un poco, pero no te puedes fiar porque a la que te parece que el camino va suave y te relajas cogiendo velocidad, aparecen los pedruscos y empiezas a botar y derrapar, por lo tanto hemos de ir poquito a poco. Así pudimos admirar bien lo preciosos que son los paisajes de este parque natural.

 En el free camping del domingo coincidimos además con dos ciclistas italianos, así que cada día nos vamos sumando más. El lunes alrededor del fuego ya éramos ocho!

El parque natural Los Alerces es digno de visitar. Ya hemos atravesado dos parques naturales (Lanin y Nahuel Huapi), pero éste es el más auténtico, o al menos en el que te puedes meter más adentro con la bici. Al no haber carretera asfaltada, casi ningún pueblo y pocos servicios, no hay prácticamente gente (aunque parece ser que en un mes todos los parques naturales se llenan por las vacaciones de verano!).

Lo importante de este parque natural es la conservación de los alerces, un árbol típico de este clima que tarda miles de años en crecer, así que intentan conservar los árboles viejos y mantener el crecimiento.

Hicimos una pequeña caminata por el bosque para verlos, y qué bosque!!! Veíamos pisadas de animales en el barro (había llovido por la noche), millones de pájaros piando, especies de árboles desconocidas… una maravilla!!

Ayer nos quedamos en un hostel de Trevelin, junto con Nitai y Lail, e hicimos lo que sería un avance de cena de Navidad: nosotros pusimos dos tipos de pastas frescas rellenas con sus salsitas y como especialidades israelíes tuvimos baba ganoush, pan de ajo y tarta de manzana y melocotón!

Para la próxima etapa toca cruzar la frontera chilena para dirigirnos a la carretera austral. Se ve que no puedes cruzar a Chile con alimentos frescos: ni carne, ni fruta, ni frutos secos, ni semillas… vamos, que nos hemos de comer todo lo que llevamos! Nos han contado horrores: que te hacen vaciar todas las alforjas y si encuentran algo no autorizado te hacen pagar una multa… Esperamos no tener problemas para no tener que pasar la Nochebuena en la frontera!!!

Así que aún desde Argentina os deseamos una muy feliz Nochebuena y Navidad a todos!!!