sábado, 3 de julio de 2010

HUAYNA POTOSÍ- 6.088m!!

Todavía tenemos agujetas hasta en las pestañas. La madrugada del martes al miércoles subimos el Huayna Potosí, que no está en Potosí sino muy cerca de la Paz. Decidimos hacer esta “excurisón” porque nos habían dicho que era un 6.000 muy fácil y divertido, aunque a nosotros no nos lo ha parecido tanto.
Dejamos la ciudad el martes por la mañana y una furgoneta nos llevó hasta el pie de la montaña, desde donde iniciamos un trekking de unas tres horitas hasta el campamento base, a 5130m de altura.
A las cinco nos dieron la cena y a las seis ya estábamos todos metidos en el saco intentando dormir, cosa que resultaba difícil, especialmente por el frío y el ruido ensordecedor que hacía el viento al dar con las ventanas.
A las doce y media de la noche, una hora buenísima, nos despertamos y nos preparamos: tres pares de pantalones (medias térmicas, pantalones y otros impermeables encima), cuatro capas arriba (camiseta térmica, dos polares y el chubasquero), dos pares de calcetines (Sonia tres), dos gorros, botas de nieve, crampones, piolet, arnés y, sobre todo, la linterna de minero en la cabeza para caminar en la oscuridad por la nieve.
De esa guisa, y ya cansados, salimos a la una y media de la mañana los dos junto con David, nuestro guía, atados los tres con una cuerda. Empezamos a ascender por la montaña, a paso muy muy lento pero lo máximo que nuestro cuerpo nos permitía a esas alturas. Era muy importante seguir un ritmo de respiración acompasado a los pasitos, porque a la que rompías el ritmo era imposible seguir respirando. En alguna ocasión tuvimos que parar para evitar ver estrellitas de delirio. Cansancio ya no físico, también mental, porque la cumbre la esperábamos alcanzar a las siete de la mañana, así que nos esperaban más seis horas de ascensión con pendientes variables. En varias ocasiones estuvimos por volvernos atrás, pero si uno decaía, el otro le que animaba a seguir.
Cuando ya amanecía divisamos la cumbre. Lo que no nos esperábamos eran los últimos metros tan escarpados, con precipicio a ambos lados y debiendo clavar el piolet a cada paso. Pero lo conseguimos!!
Las vistas desde la cumbre, a 6088m, fueron realmente espectaculares: se divisaba la ciudad de El Alto, el lago Titicaca, las Yungas (la zona de selva) cubiertas por un mar de nubes… Lo malo es que estábamos tan cansados que no acabamos de disfrutar ese momento.
El descenso tampoco fue fácil por el cansancio acumulado, pero al menos ya era de día y pudimos ver el camino que habíamos recorrido en la oscuridad: un mar de nieve virgen precioso!
Llegamos al refugio con bastante mal cuerpo y sin nada de hambre (hasta costaba beber agua en esas alturas, que además, se nos había congelado!!). Nos ofrecieron una sopita caliente pero no nos entraba nada, así que continuamos el descenso hasta el pie de la montaña.
Al llegar a la Paz, Cristian, el chico que lleva la casa de ciclistas, nos invitó a la excursión que tenían preparada al día siguiente.
Nuestras bicis estaban en el taller, y además hubiéramos sido incapaces de pedalear con tantas agujetas, así que los acompañamos en la furgoneta que hacía a su vez de coche escoba. Descendimos por el rio que nace en La Paz, por un valle bellísimo que cada vez se hace más y más verde, tres en bici y cuatro en la furgo, y a la vuelta metimos las bicis en la furgo y sufrimos para que la antigua Volkswagen nos trajera de vuelta.
Ahora estamos esperando que terminen las aguetas para seguir la ruta rumbo Copacabana y entrar en Perú!

3 comentarios:

  1. Enhorabuena por esa cumbre, sois unos machacas, ya vemos que os gustaron los últimos metros de la ascensión, esperamos tener las mismas sensaciones dentro de unos días.
    Un abrazo
    los extremeños Isa y Nico

    ResponderEliminar
  2. Ole Sonia, lo que tienes que aguantar, mi primo me esta empezando a preocupar, esas excursiones ligeritas, la nieve, las pintas, los pelos, las barbas....solo le queda el canibalismo para parecerse a los de VIVEN. Tu dile que aqui le esperan manjares deliciosos, y maimon de Susana.... Me encantan las fotos, parece que todo marcha sobre ruedas (nunca mejor dicho), y un favor no hagais tanta locura que nos dejais a los demas a la altura del betun.... Os echamos de menos y os queremos mas aun. Besos.
    Alicia Dert...

    ResponderEliminar
  3. Si el cansancio no os dejó disfrutar la cumbre... siempre os quedarán las fotos, son impresionantes (no hay ninguna saltando!), más aun vistas desde un despacho a los pies del Tibidabo .

    Cuidaos y un beso gordo a los dos!

    Laura (& Pedro)

    ResponderEliminar