Ya estamos de nuevo en Argentina!!! Os escribimos desde el Calafate. Llegamos ayer exhaustos, la ruta hasta aquí ha sido toda una aventura!!!
El fin de semana pasado estábamos en Villa O’Higgins, al fin de la Carretera Austral chilena, donde tuvimos tiempo de hacer una excursión por las montañas de los alrededores- unos paisajes preciosos!También tuvimos tiempo de hacer un asadito con amigos que nos encontramos en el camino: una sevillana, dos italianos, dos franceses, tres argentinos, los dueños de la casa y nosotros dos!! Cenamos a la una, ya que mataron el cordero en la carnicería (en la zona de chile que hemos estado venden los animales enteros- las carnicerías no son aptas para vegetarianos porque tienen a los bichos colgando y te preguntan: "¿cuánto quiere? ¿medio? ¿un cuarto?"), los expertos en asado hicieron las brasas y el corderito se fue haciendo lentamente, mientras nos enseñaban a jugar al truco, el "mus" argentino.Una noche de muchas risas!!!
El lunes cruzamos temprano en barco el lago O’Higgins. Con el viento que sopla por la Patagonia los lagos suelen tener unas olas bastante grandes y se forman mini-huracanes. Los trayectos en ferry no han sido muy relajantes…
Y al desembarcar iniciamos el famoso tramo de 21kms que nos llevó de Chile a Argentina. Lo hicimos junto con dos chicos alemanes, Dirk y Payam, y una pareja francesa, Marie y Simon.
Fue un día muy largo y duro, pero a la vez muy divertido. Lo más similar a “humor amarillo”: primero nos tocó arrastrar la bici por fuertes pendientes, luego atravesar zonas embarradas, lógicamente metiendo la pierna en el barro hasta la rodilla, cruzar caudalosos ríos con “piedras trampa”, de esas que parecen estables pero te engañan y acabas chapoteando en el agua helada, pasar por lugares inhábiles para una bici con alforjas… Pero valió la pena!!
Tuvimos un momento muy gratificante cuando ya habíamos acampado a la orilla de la Laguna del Desierto y mientras nos tomábamos una sopita caliente el cielo se despejó y nos dejó ver el cerro Fitz Roy en el horizonte, el gran premio del día!
Una vez llegamos al Chaltén hicimos una caminata por el Fitz Roy y el cerro Torre. El tiempo en esa zona cambia muchísimo, esas montañas no dejan de producir nubes (Chalten significa "humeante") así que es difícil verlo por completo. Nosotros no lo conseguimos, pero aún así nos hizo un buen día para llegar hasta uno de los glaciares. En la foto, se ve el glaciar a un lado y el Fitz Roy produciendo nubes al otro.
Otra curiosidad de esta zona es que los vientos soplan desde el Pacífico, siendo muy húmedos. Las nubes que producen son retenidas por las montañas de la cordillera de los Andes, que a su vez producen más nubes generando en toda esa zona montañosa un clima muy húmedo con mucha vegetación -por ejemplo, la carretera austral por donde hemos ido que no nos ha parado de llover. Pero como por arte de magia, al viajar un poco al este y salir de las montañas, desaparece por completo la lluvia, los ríos, los árboles y la vida. Eso es lo que nos ha sucedido al salir del Chaltén: en un abrir y cerrar de ojos nos hemos metido en un desierto infértil, inerte, infinito, que es la otra cara de la Patagonia. En tres días hemos pedaleado 250kms de paisaje casi lunar con unos vientos indescriptibles. Hemos ido acompañados de Marie y Simon, ayudándonos entre todos a no volvernos locos con ese vendaval, escuchándolo sin parar 72 horas seguidas, metido en tu cabeza, agitándote de día y de noche (rezando para que no volara la tienda!)
Desde el Calafate esperamos desplazarnos hasta el glaciar Perito Moreno. Mientras tanto, disfrutaremos de la Quilmes, de las empanadas y sobre todo del silencio!
Besos!